COLOMBIA
Se cansó de las patadas: James Rodríguez perdió la calma y vio la roja en la derrota de Al-Rayyan
El colombiano tuvo una jornada para el olvido pese a que aportó una asistencia.Las opiniones sobre la llegada de James Rodríguez a Qatar fueron de lo más diversas. El mediapunta colombiano es portador de un gran talento que lo llevó a los mejores clubes del mundo, pero su consistencia no ha sido la necesaria para ganarse la titularidad. Además, las lesiones lo han tenido a maltraer, por lo que el futbolista decidió ir a recuperar continuidad y buenas sensaciones a una liga menos competitiva como la de Qatar.
Después de la puesta punto, debido a la larga inactividad, James Rodríguez comenzó a ver minutos en su nuevo equipo. Aunque en su primera presentación como titular, Al-Rayyan perdió, el colombiano de 30 años se reivindicó días más tarde, al marcar su primer gol, por lo que arribó al encuentro ante Al-Arabi con la expectativa de demostrar su jerarquía. Pero las cosas no fueron tal y como las esperaba.
El ex mediocampista del Real Madrid tuvo un buen inicio de partido, donde se lo vio participativo y enchufado. No obstante, Al-Rayyan no pudo abrir el marcador, y sí lo hizo su rival en el complemento: dos goles en pocos minutos golpearon al equipo dirigido por el francés Laurent Blanc. Aun así, James Rodríguez continuó enérgico y desde la pelota parada, logró su primera asistencia para darle el descuento a su equipo.
Se cansó del juego brusco
Las patadas que le propinaron los jugadores de Al-Arabi fueron el gran obstáculo que tuvo James Rodríguez para poder ser más determinante en el juego. Una y otra vez, el atacante colombiano sufrió la brusquedad de sus rivales, que además, se envalentonaron al ver que el trámite del encuentro les era favorable en el marcador.
Sobre el cierre, a los 98 minutos, James Rodríguez dijo basta. Luego de una peligrosa entrada, el colombiano quedó tendido y al levantarse, no pudo creer que su agresor sólo recibiera amarilla. Cansado de las patadas, le recriminó al árbitro por el color de la tarjeta, y recibió él mismo una amonestación. Esto generó la furia del futbolista, que llegó a golpear en la mano al juez del encuentro. Al retirarse del campo, lo hizo entre aplausos irónicos, en otra muestra de su enojo con el trámite del partido y las constantes faltas cometidas por el equipo rival.