La otra alternativa que baraja el Barcelona para reforzar la zaga

Los 24 goles recibidos en las 29 fechas disputadas de La Liga no reflejan los inconvenientes que tuvo el Barcelona a la hora de defender, que le costaron la abrupta eliminación en la Champions, la final de la Supercopa y un lastre importante de puntos en el torneo.

Es por eso que, mientras define el campeonato y la Copa del Rey, el conjunto catalán comienza a diagramar la llegada de varios refuerzos de jerarquía. Si bien habrá incorporaciones en todas las líneas, la zaga es un punto a potenciar.

Así lo entienden en el Culé, que durante la temporada tuvieron grandes apariciones como la de los juveniles Ronald Araujo y Óscar Mingueza, un Gerard Piqué afectado por las lesiones y tanto Samuel Umtiti como Clément Lenglet con flojos rendimientos.

En ese sentido, Eric García es el nombre que primero llegaría al Blaugrana, debido a que no renovó contrato con el Manchester City y en el próximo mes de junio quedará en libertad de acción. El Barcelona ya le hizo una propuesta al surgido en La Masía y el defensor tiene intenciones de regresar.

Pero Ronald Koeman no se conformaría y pretende un central más. Desde Alemania trascendió que Jerome Boateng, otro que quedará libre en los próximos meses, es seguido de cerca por el club, aunque no sería el único.

En esa lista importante de zagueros, a la cual habría que agregar un sondeo por el argentino Lisandro Martínez, aunque resultaría complicado por el dinero que pide el Ajax, se suma Davinson Sánchez.

En Inglaterra afirman que el colombiano es uno de los siete jugadores que José Mourinho quiere vender y justamente el técnico luso lo señaló en la última derrota frente al Newcastle por una serie de errores: “Creo que muchos de estos pelos blancos vienen con cosas que no estoy acostumbrado a ver en partidos de fútbol en este nivel".

Sánchez tiene contrato en los Spurs hasta junio del 2024 y estuvo cerca de fichar por el Barcelona en agosto de 2017, cuando militaba en el Ajax, pero finalmente los británicos lo abrocharon por 42 millones de euros.