Argentina
Crece la ilusión en River: un antiguo ídolo quedó libre y es pedido por la afición
Estuvo en el Millonario en sus primeros años como profesional.En cada mercado de pases de los últimos años, el nombre de Rafamel Falcao ha sonado al menos una vez en los pasillos de River. No es para menos, ya que el colombiano ha sido uno de los mejores jugadores que pasaron por el Monumental. Llegó en 2004 y vistió la banda en 111 ocasiones y se fue con 45 goles.
Claro que una vez que despegó al Viejo Continente no hubo manera de traerlo de nuevo. El éxito que tuvo en el equipo argentino, con el que ganó el campeonato de Primera División en 2008 le abrió las puertas al fútbol europeo, donde representó al Porto, Atlético de Madrid, Manchester United, Chelsea, Mónaco y, más recientemente, al Galatasaray.
No obstante, en este último no pudo dar su mejor versión debido a las constantes lesiones, que apenas le dejaron participar de cuarenta presentaciones, entre las que se las arregló para anotar veinte goles. A pesar de ello, su alto salario trajo dificultades y, si bien accedió a bajarse el sueldo, este lunes se anunció su salida, algo que en el conjunto millonario activó las alarmas.
De acuerdo con el presidente del club turco, Burak Elmas, el jugador de la Selección Colombia no seguirá en el plantel y ya le ha comunicado que busque un nuevo club. River siempre es candidato por su peso histórico y el pasado que los vincula, pero si recordamos las declaraciones del “Tigre” de hace unas semanas, parece imposible que vuelva.
Si bien Falcao declaró que ama los colores blanco y rojo y que tiene la ilusión de volver algún día, no es una garantía que ello vaya a ocurrir. “River es mi segunda casa. Realmente no sé si volveré en lo inmediato”, había afirmado en una conversación con el periodista Martín Liberman, cuando aún se mantenía su contrato con el Galatasaray.
Lo que sucede es que la situación económica de Argentina no despierta confianza en el colombiano, además de que el entrenador de River dispone de varios jugadores, la mayoría juveniles. En este sentido, ni siquiera tendría un lugar asegurado para jugar y, a su edad de 35 años, no permitirse perder más tiempo.