Atlético Madrid y Porto no se sacaron ventajas en un Wanda Metropolitano que castigó a Griezmann

El otro encuentro del Grupo B, quizás el más complicado que tendrá esta UEFA Champions League debido a la calidad de los cuatro equipos protagonistas, fue bastante mediocre. En un Wanda Metropolitano más preocupado por Antoine Griezmann que por el partido en sí, el Atlético Madrid y el Porto no se sacaron ventajas.

Y el francés, que no la pasaba mal hasta que lo anunció la voz del estadio, sufrió los silbidos de toda la afición del Colchonero, presente en su regreso a casa por la competencia que tanto ansía ganar. Los fanáticos fueron directamente a la carga contra él, que volvió del Barcelona tras haber rendido muy por debajo de la media.

Pero ¿hubo algo más llamativo que la silbatina a Griezmann? Difícilmente se pueda decir que sí, ya que ni el Atlético Madrid ni el Porto estuvieron a la altura en un partido muy trabado en la primera parte. Jan Oblak trabajó muy poco, mientras que el portugués Diogo Costa se esforzó en un remate de Luis Suárez, que fue el más claro.

El desarrollo del partido del equipo de Diego Simeone se vio mejorado por una desgracia. Thomas Lemar se retiró lesionado a los 35 minutos y se produjo el ingreso de Rodrigo De Paul, quien, al pararse por delante de Koke y con Yannick Carrasco y Marcos Llorente, le aportó dinámica a un equipo que no estaba cómodo.

Por su parte, los de Sérgio Conceição nunca dejaron que el Atlético Madrid asumiera el protagonismo que debería haber tenido en el Wanda Metropolitano. Con un esquema muy sólido y con las líneas muy marcadas, incomodaron a los rivales en todo momento y jamás los dejaron hacer su trabajo, aunque el ingreso del argentino realmente los hizo trabajar más de lo deseado.

Cuando llegó el momento, el entrenador con pasado en River y Racing se la jugó al todo o nada: afuera un flojo Joao Felix, a quien acompañaron Koke y Mario Hermoso, y se produjo el esperado ingreso de Griezmann, así como también los de Ángel Correa y el brasileño Renan Lodi.

Pese a esto, no hubo mucha más acción en el Wanda Metropolitano hasta los ochenta minutos. El Porto aprovechó un espantoso accionar de la defensa del Atlético Madrid y encontró en el iraní Mehdi Taremi la tan ansiada ventaja. Pero el VAR intervino y, al observar un contacto con la mano del delantero del conjunto portugués, se anuló el tanto.

Así, no hubo festejos en España, y el primer capítulo de los seis que tendrá el grupo de la muerte deja al Liverpool como puntero en soledad y con una imagen de candidato. El Milán, los Colchoneros y el Dragón de Portugal deberán mejorar y buscar convertirse en quienes pelearán por el segundo lugar.