"Tuve la posibilidad": el jugador que podría haber hecho una diferencia en la Selección Chilena

El año 2007 marcó un quiebre en la historia de la Selección Chilena. Primero con una gran actuación en el Sudamericano clasificatorio al Mundial sub 20 y luego en el propio certamen ecuménico disputado en Canadá se empezó a formar lo que después sería conocido como la Generación Dorada. Ese proceso fue la piedra fundacional.

Nombres como Alexis Sánchez, Arturo Vidal o Gary Medel fueron parte de aquel representativo juvenil de La Roja que culminó tercero en Norteamérica firmando la mejor actuación en una gran cita de la categoría. Más allá del orgullo que generó, lo importante se dio a partir de saber que se habían formado los cimientos para crear un equipo que quedaría en la historia obteniendo los dos primeros títulos de la Selección Chilena. Sin embargo, no todos los miembros de esa delegación tuvieron la misma suerte, existieron los casos de jugadores que no pudieron consolidarse del todo pese a haber sido grandes promesas. Jean Paul Pineda es ejemplo.

“Yo tuve la posibilidad de estar con la Generación Dorada, donde yo era el más chico de todos”, comentó quien por entonces era una joyita de Palestino. En diálogo exclusivo con “En Cancha”, se refirió a los motivos que no lo llevaron a triunfar de la misma manera que sus compañeros. “Todos querían competir, no querían perder. Yo creo que ahí estaba la diferencia. Por eso lograron tantas cosas”.

El actual atacante de Unión San Felipe de la segunda categoría notó que lo dificultoso que le resultó adaptarse al futbol europeo cuando le tocó llegar siendo ese otros de los argumentos que le impidió tener opciones en el elenco trasandino. “Seis años después fui al Córdoba de España y ahí sí que conocí el fútbol. Te das cuenta que en Chile estamos atrasados en todo sentido. Y no lo digo yo, te lo puede decir cualquier chileno que se va a otro país”, aseguró.

Un privilegio

Más allá de que no pudo seguir la misma estela de éxito que varios de sus compañeros de esa Selección Chilena, el haber participado de ese grupo es uno de los mejores recuerdos que tiene Pineda dentro de la profesión. Se trató de una formación única, un verdadero orgullo que lo marcó para siempre a nivel deportivo y humano.

“Para mí fue un privilegio, fui un afortunado de poder convivir con ellos. Ellos tenían todos 17 o 18 años, y yo solo 15, y aun así José Sulantay me dio la oportunidad”, reconoce. Al mismo tiempo, no duda: “se notaba que ese grupo iba a dar qué hablar, me hubiese gustado tener las oportunidades de lograr lo que ellos lograron”.