El fútbol es más justo: Lionel Messi se consagró campeón del Mundo con la Selección Argentina

El fútbol es un deporte traicionero, donde de la felicidad absoluta se puede pasar al temor y shock, y eso le pasó a la Selección Argentina, que pasó de dominar a Francia con un 2 a 0 con baile incluido a sufrir a un letal Kylian Mbappé. Pese a que en el tiempo extra los de Lionel Scaloni tuvieron nuevamente la ventaja, el astro del PSG volvió a igualar las cosas y fue por un 4 a 2 en los penales. Lionel Messi es campeón del Mundo en Qatar 2022.

La Albiceleste dio un show de cómo tratar la pelota, fueron 75 minutos de disfrute total con el penal del capitán, que significó la apertura del marcador, y el golazo de Ángel Di María, cortesía de Alexis Mac Allister. Pero la Selección Argentina si no sufre, no tiene premio y hubo que sufrir a quien hoy demostró estar a la altura del olimpo de los grandes.

Kylian Mbappé burló a Nicolás Otamendi, quizás el único jugador del combinado nacional que no había fallado y le cometió infracción en el área. La figura de los europeos cambió por gol y cerca del cierre convirtió el empate con un remate imposible para Dibu Martínez, quien se lamentaba. Desde allí, los de Didier Deschamps pudieron propinar el KO, pero el corazón de los de Scaloni fue más.

Llegó el alargue y otro jugadón de la Selección Argentina con suspenso y polémica, Lionel Messi convirtió el 3 a 2 que parecía ser el último del partido. Pero, nuevamente, el chico del PSG fue el villano ideal del plantel argentino, ya que nuevamente, por una mano de Gonzalo Montiel, logró poner el 3 a 3 que llevaría el encuentro a los penales.

Hubo chances de la Albiceleste, ya sin fuerzas, pero con el alma para buscar complicar aún más a Hugo Lloris, quien poco pudo hacer, ya que en la última fue Lautaro Martínez quien cabeceó afuera. Sin sufrir no se vale para este equipo, quien fue superior, pero tenía que llevar a los penales esta historia porque así estaba escrito.

Hay un héroe en el arco

Dibu Martínez es quizás un tipo soberbio, a la que la gente que no sea de Argentina no le cae bien por ser agrandado y hablarle a los rivales, pero nadie puede negar que tiene un talento innato para estas situaciones límites, las cuales convierte en su zona de confort. No pudo con la primera ejecución de Mbappé, tampoco Lloris con la de Messi, pero llegó el turno de Kingsley Coman.

El hombre del Aston Villa detuvo su remate, Paulo Dybala cambió el otro por gol y fue Aurelien Tchouameni quien falló y empezó a escribir el final de la historia. Leandro Paredes cambió por gol, Randal Kolo Muani estiró a un tiro más la definición y Gonzalo Montiel, el que cometió el penal que llevó esto a la definición, logró el penal que selló la tercera estrella que tendrá el escudo de la Albiceleste en su camiseta hasta el final de los tiempos.