Gran responsabilidad: el pedido de un jugador de Boca en la previa del comienzo del torneo

El nuevo Boca modelo 2022 se prepara para iniciar un año a pura competencia el próximo domingo ante Colón. El equipo completó una buena pretemporada y la dirigencia está muy conforme con el mercado de pases hasta el momento. Las llegadas de nombres como Nicolás Figal, Guillermo Pol Fernández y, fundamentalmente, el regreso de Darío Benedetto no hacen más que contagiar entusiasmo entre los hinchas.

El Xeneize buscará pelear todos los objetivos que se le presenten. Desde el campeonato local y el bicampeonato en Copa Argentina hasta intentar alcanzar el máximo sueño de la Libertadores. Igualmente, restan definir ciertos detalles entre los que figura la numeración de las camisetas que tendrán los jugadores. Desde hace un tiempo, en el torneo local, la emblemática 10 de Boca se encuentra vacante y es por eso que Eduardo Salvio habría pedido llevarla.

Toto estaría dispuesto a absorber la presión que significa ese número tan importante en la historia y que desde la salida de Carlos Tevez en junio de 2020 no tiene dueño. El primer indicio del jugador con respecto a este tema se dio después del partido correspondiente al campeonato de verano donde se mostró más que predispuesto. "Si me la dan, bienvenido sea. ¿Quién no va a quererla? Estoy a disposición. No depende de mí tener ese número por lo que significa, pero claro que me gustaría”. Esto habría sido tomado de buena manera por los directivos.

El club de la ribera tiene hasta mañana a la noche para oficializar el listado de jugadores con sus respectivas casacas. En principio, la idea del Consejo de Fútbol era mantener a un lado ese número, aunque, a raíz de esto, Salvio parece tomar la punta de una hipotética carrera por su utilización. Entre los nombres tambiénestuvieron los de Benedetto, dejársela para un posible refuerzo que aún no llegó o, incluso, hay quienes postularon al juvenil Ezequiel Zeballos. En pocas horas se sabrá.

Su continuidad sigue en duda

Existen personas que no solo tomaron las declaraciones del ex Lanús como una señal de personalidad, sino además como una intención de demostrar sus ganas de permanecer en Boca luego de su finalización de contrato en junio. Su vínculo, pronto a agotarse, es una preocupación para varios en la institución.

Quien trató de poner paños fríos fue ni más ni menos que Riquelme en sus últimas declaraciones hace unos días: “Le pregunté si quiere seguir con nosotros y me dijo que sí. Le dije que después de que se cierre el libro de pases tenemos cinco meses para ponernos de acuerdo”. Además, agregó que habría que ajustar los números y deseó poder sellar su permanencia.