Monjas, un auto sin uso o el rastrillo: cinco cosas de Marcelo Bielsa en su paso por España

Pedidos religiosos, discusiones con sus jugadores, hermosos gestos y un millonario vehículo casi sin uso son algunos de los episodios que Marcelo Bielsa llegó a vivir en su paso por España cuando estaba al mando del Athletic Club de Bilbao desde 2011 a 2013.

Marcelo Bielsa llegó a los rojiblancos tras la salida de Joaquín Caparrós. El Loco cambió radicalmente el estilo de juego del Athletic y al Athletic le costó adaptarse. Sin embargo, de a poco se comenzaron a ver reflejadas en los resultados las modificaciones del nuevo entrenador. Es así como el Bilbao logró alcanzar su segunda final europea, tras 35 años de sequía. 

Al día siguiente de la final perdida de Copa del Rey ante el Barcelona, Marcelo Bielsa tuvo una discusión con su plantel. Catalogó a sus jugadores como “millonarios prematuros” y los acusó de haber defraudado a la hinchada rojiblanca.

“Me parece inadmisible, muchachos, movilizar a un pueblo, decepcionar a un pueblo, no estar a la altura de las ilusiones que generaron, porque yo estoy verdaderamente avergonzado de haber decepcionado a la afición del Athletic de Bilbao. Porque no pueden perder de vista, muchachos, que la decepcionamos”, afirmó el entrenador argentino a su plantilla.

En los primeros meses en Bilbao, el rosarino visitó el convento de monjas Clarisas de Gernika e hizo un trato con ellas, les pidió que rezaran por él y por su nuevo club. A cambio, él prometió un gran gesto hacia ellas. En el siguiente partido, puso un cartel en el techo del banco que decía “Clarisas” en muestra de su gratitud hacia las monjas. 

Marcelo maneja una clara obsesión con los estados de los campos de juego y entrenamiento y, más de una vez, ha tenido discusiones con las personas que estaban a cargo del mantenimiento de ellos. Bielsa a veces le indicaba al jardinero, con el rastrillo en mano, cómo quería que se hicieran los arreglos. Hoy, a casi 10 años de su salida del Athletic, el Loco continúa en contacto con él.

En esa época, el Athletic tenía un convenio con la empresa automovilística Seat. El club le ofreció a Bielsa el vehículo que quiera. El técnico eligió un modelo Ibiza de color blanco, uno de los más caros de Seat. Sin embargo, no le gustaba mucho manejar. Tanto era así que, si su mujer o sus hijas lo visitaban, prefería que ellas lo manejen. 

El episodio del Principito

En su estadía en Bilbao, Bielsa vivió en un hotel a orillas del mar en Getxo. Sus admiradores conocían la ubicación y a veces le dejaban regalos en su casa. En una ocasión, le regalaron el libro El Principito de Antoine de Saint-Exupéry y el entrenador fue tan agradecido que fue personalmente a la casa de los niños que le habían llevado el presente. Al no encontrarlos, le rogó a la empleada del edificio que le entregara una carta a la familia. Bielsa estuvo pendiente varios días de que llegara su agradecimiento y llamó reiteradas veces a la mujer. Cuando por fin corroboró que fue entregada, también le envió a la empleada un obsequio, entradas para ir a ver al Athletic.