Una emocionante carta: Correa explicó su estado de salud que lo apartó de la Selección Argentina

El actual jugador del Atlético de Madrid, Ángel Correa tuvo que abandonar la concentración de la Selección Argentina de cara al amistoso ante Estonia debido a que tendrá que ser sometido a una microcirugía de corazón. Los médicos deberán acomodar una parte de la prótesis, colocada en 2014, que le estaba causando molestias.

El futbolista de la Selección Argentina no podrá participar del próximo amistoso de la albiceleste a disputarse en Pamplona el domingo 5 de junio. Por esa razón, Ángel explicó toda la situación sobre su estado de salud mediante una sentida carta que publicó en su cuenta personal de Instagram. 

Mediante cinco imágenes, Correa fue explicando detalladamente su estado de ánimo en relación a la situación que le toca atravesar y recordó su operación cardiaca cuando apenas tenía 18 años. En ese sentido, el delantero de la Selección Argentina dio un mensaje positivo y alentador y finalizó, con agradecimientos para su familia, compañeros y cada integrante del plantel celeste y blanco. 

“Me dieron ganas de escribir esta carta para contarles cómo estoy de salud y para agradecerles su preocupación. Quiero que sepan que este lunes me van a corregir una cicatriz que me quedó de una vieja intervención que tuve hace años en Estados Unidos. Por si no se acuerdan, se los repaso: en el 2014 pasé por una situación difícil cuando me sometieron a una microcirugía cardíaca. Yo apenas tenía 18 años y salí adelante con fe y con amor a la vida, porque de eso se trata, de nunca darse por vencido ni aun en las más feas, nunca bajar los brazos”, comenzó la emocionante carta de Angelito.

El mensaje de sus cicatrices

Angel Correa, dentro de su relato, cuenta un episodio que vivió con un enfermero que se encargaba de sus cuidados en el hospital de Estados Unidos. El jugador del Atleti compartió el esperanzador mensaje que lo ayudó a sobrepasar la difícil situación.

“Un enfermero que me cuidaba en ese hospital, sin conocerme y sin saber quién era, se me acercó a la cama y me dijo al oído que debía estar orgulloso de mis cicatrices porque me iban a servir de mapa para no perderme en la vida, y que cada cicatriz enseña algo, tanto las de la piel como las del corazón y de los sentimientos. Por todo esto, les quiero contar que si Dios quiere, en una semana estaré para jugar de nuevo y para seguir dando lo mejor de mi persona en cada lugar donde me toque estar. Creo que la vida es esto, nos enseña a cada momento que nada está asegurado, que cada minuto vale ser vivido, respirado, sonreír en las malas y llorar (de alegría) en las buenas. Pero por sobre todo ser agradecido con quienes te ayudan”, finalizó Correa en su Instagram.