Además de Sokratis: Manuel Pellegrini podría apurar la llegada de un defensor más

Luego de varias semanas de rumores e idas y vueltas, finalmente el Betis terminó consiguiendo al defensor central que quería. Sokratis Papastathopoulos firmó con el conjunto andaluz y se convirtió en refuerzo para el plantel que dirige Manuel Pellegrini, quien está muy contento con la llegada del griego, ya que tras la lesión de Marc Bartra tenía muy pocos futbolistas en esa zona del campo.

De todas formas, el Ingeniero no se conforma con este fichaje y pretende traer un zaguero más, aunque claro, para conseguir ese objetivo deberá esperar a la apertura del próximo mercado de pases. A partir del 1 de enero, el Verdiblanco podrá contratar más futbolistas y Manuel Pellegrini quiere, sí o sí, que uno de ellos sea otro defensor central, por lo que ya tiene algunas opciones.

La más destacada de ellas es el nombre de Saúl Coco, que actualmente milita en Las Palmas. El defensor del equipo canario es uno de los más destacados en LaLiga y ya hay varios equipos importantes que han puesto sus ojos sobre él, por lo que el Betis no la tendrá fácil si es que verdaderamente quiere hacerse con sus servicios a partir del año 2024.

El jugador pretendido por el DT chileno tiene 24 años y es oriundo de Lanzarote, España, aunque tiene ascendencia ecuatoguineana. De hecho, decidió representar a esa selección y desde 2017 es internacional con Guinea Ecuatorial. A nivel clubes, debutó jugando para la U. A. Horta en 2018, pasó por Las Palmas C y Las Palmas Atlético (tercera y segunda filial de Las Palmas, respectivamente), antes de llegar al equipo superior.

Lo engañaron

En las últimas horas, un ex jugador de Manuel Pellegrini en el Manchester City contó una divertida anécdota, donde en la previa a un partido se emborrachó y debió mentirle al entrenador para no jugar. Se trata del inglés Micah Richards, quien habló en el podcast The Rest is Football: “Creía que no iba a jugar y volvía de una lesión. Llegué tarde al hotel, me encontré con todo el alcohol en mi minibar y pensé, ‘me tomo una’. Y una se convierte en dos, dos en tres y, cuando me quise dar cuenta, me había tomado diez”.

Posteriormente, agregó: “Sin embargo, la mañana del partido me llamó el entrenador porque se había lesionado otro compañero. '¿Jugás o no?', me preguntó. Nunca estuve tan nervioso en mi vida. Los fisioterapeutas y los jugadores tenemos una relación diferente que la del entrenador. Por eso, siempre te protegen si pueden”.