"Que a él le gusta": el polémico comentario de una figura de Colo Colo contra Universidad de Chile

Si bien pasó desapercibido, no fue todo tan tranquilo en el partido entre Audax Italiano y Colo Colo porque hubo conflictos afuera del estadio en donde fue perjudicada la familia de Gustavo Quinteros, aunque afortunadamente no sufrieron heridas. Sin embargo, estos conflictos se trasladaron adentro y en reiteradas oportunidades, algunos proyectiles volaron dentro de la cancha.

De esto mismo se quejó la figura de los Tanos, Marcelo Díaz, quien resaltó que cada vez que se acercó a la afición del Cacique recibía impactos de objetos y escupitajos. Incluso, el juez Héctor Jona tuvo que frenar el partido para que los violentos depongan su actitud, pero no fue suficiente. Sin embargo, esto no le gustó para nada a Carlos Palacios, delantero de Colo Colo, quien le respondió de manera contundente.

"Pasa en el fútbol y en todas las canchas que uno va a jugar. Cuando a nosotros nos tocó jugar de visita con el equipo que a él le gusta, también me tiraron de todo y no dije nada", resaltó el atacante en referencia al partido que el Albo afrontó hace unos meses contra Universidad de Chile, equipo del cual es ídolo el mediocampista. Además, indicó que "eso es parte del fútbol, del folclore y es lo que lo hace lindo también".

Las declaraciones del jugador de Colo Colo vuelven a abrir la grieta sobre la cual es el límite entre lo permitido dentro del fanatismo y el exceso. Están aquellos que afirman que no se puede erradicar de los estadios a quienes arrojan objetos, pero los condenan rotundamente, mientras que hay otro grupo que cree que todo está permitido sin pensar en la integridad física de los jugadores, árbitros o trabajadores.

La revancha

De todos modos, Díaz tampoco es tan inocente en toda esta historia y un video que se viralizó filmado desde la propia tribuna lo condena: en él se ve que mira de frente a los aficionados visitantes y les enseña el tatuaje que tiene en alusión a la Universidad de Chile.

Esto provocó el enojo de la afición, que se ensañó durante todo el partido e inmediatamente empezaron a tirar muchos objetos sobre él, buscando agredirlo físicamente.