Quiere volver a ser dirigido por Manuel Pellegrini: la figura que sueña con regresar al Betis

Después de su última victoria liguera ante Girona, Betis puede respirar tranquilo tras haber conseguido el objetivo de base que se había planteado para esta temporada. Si bien nadie podía negar que el sueño del equipo de Manuel Pellegrini era jugar la Champions, el hecho de anotar su nombre en la Europa League no es nada despreciable.

De hecho, el Ingeniero logró el hito histórico de colocar a los Blanquiverdes por tercera vez consecutiva en copas continentales, una marca que no tenía precedentes en la institución y que encumbra aún más el trabajo que se viene realizando desde su asunción. Sin embargo, otra de las características que tuvo su ciclo es que nunca se conformó con lo alcanzado, siempre fue por más como también pasará a partir de ahora. En ese sentido, a una fecha del final de LaLiga, Manuel Pellegrini recibió la gran noticia de la posibilidad concreta que representa el regreso de Héctor Bellerín.

El lateral fue una de las piezas claves del andamiaje colectivo que mostraron los sevillanos hace un año donde se alzaron con el título en la Copa del Rey y llegaron a octavos en el certamen internacional. Lastimosamente, su continuidad no pudo sellarse en su momento dejando un hueco en el sector izquierdo que jamás se pudo cubrir de manera óptima pese a la constante búsqueda del chileno.

Esa necesidad del DT oriundo de Santiago se une a un presente no muy bueno del jugador que padeció mucho desde su salida de Heliópolis. Llegó con mucha ilusión a Barcelona para ganarse su espacio ahí, pero nunca pudo convencer a Xavi Hernández que contó con él muy pocas veces. Tan es así que a los seis meses debió sumarse a Sporting de Lisboa de dónde tampoco quedó con un buen recuerdo. Hoy se encuentra libre.

Sus números en el club

Bellerín llegó a Betis por pedido expreso de Manuel Pellegrini para reforzar el equipo de cara a los objetivos que tendría entre 2021 y 2022. En el último tiempo había quedado relegado en Arsenal, pero su nivel podría recuperarse hacia el que fue su mejor momento. Y así pasó desde el primer momento.

La jerarquía no tardó en aparecer para demostrar su validez personal y también la trascendencia que tendría en el aspecto grupal. En total jugó 32 partidos sin convertir goles, pero aportando cuatro asistencias. Quedó en la historia después de ser uno de los titulares en la final de la Copa del Rey contra Valencia que ganó el equipo por penales.