"Fue difícil": la revelación de una de las máximas promesas de Universidad Católica

Universidad Católica es uno de los clubes del fútbol chileno que mayor prioridad les da a las juveniles, principalmente durante las últimas dos décadas cuando trabajaba Alfonso Garcés, quien fue el cazatalentos de Gary Medel, Mauricio Isla, entre otros. En este sentido, dentro de las formativas hay un jugador que es considerado por todos como la máxima promesa de la institución que espera tener minutos.

Leenhan Romero es un volante ofensivo de 16 años y es uno de los futbolistas más destacados de las divisiones inferiores de Los Cruzados, lo que cautivó la atención del entrenador argentino que lo tiene en consideración para que pueda tener su tan ansiado debut. Sin embargo, la llegada y adaptación del mediocampista venezolano en Universidad Católica no fue anda sencilla, ya que tuvo que atravesar por distintas situaciones.

Hace más de cinco años que Romero llegó a las tierras chilenas para sumarse a las filas del cuadro precordillerano, pero su adaptación a una nueva cultura no fue fácil y dio detalles de cómo fue ese cambio tan brusco a tan temprana edad. “Tenía 11 años cuando me tocó venir a Chile. Al principio fue difícil porque me tenía que acostumbrar a otro tipo de personas, con otra cultura y se me hizo difícil”, inició en diálogo con "Solovenex".

En la misma línea, el juvenil destacó el accionar de sus compañeros de equipo y de Universidad Católica que lo ayudaron todos los días para que el cambio de Venezuela a Chile sea mucho más ameno. “El club y mis compañeros me ayudaron mucho a eso, a la adaptación, ya que desde el primer momento estuvieron apoyándome a pesar de estar seis meses sin jugar”, agregó.

El principal objetivo con la UC

A lo largo de la misma entrevista, Leenhan Romero se refirió a los objetivos que tiene en mente a cumplir con Universidad Católica, mientras espera su turno para poder tener el tan ansiado debut en el primer equipo bajo las órdenes de Ariel Holan que ya lo tiene visto y quiere llevarlo de a poco para que tenga la experiencia necesaria para dar el salto.

“Siento que me he ganado la buena consideración que tengo en el club con mi esfuerzo y sacrificio. Desde que llegué a Chile tenía la meta bien clara que era seguir en el deporte, hacer lo mejor posible y gracias a Dios las cosas se han dado de buena manera. Ahora falta seguir consolidándome en el equipo y no bajar los brazos”, sentenció el nacido en Maracay, Aragua.