"Fractura": la revelación de un ídolo de Universidad de Chile sobre una final histórica para el club

En los últimos tiempos Universidad de Chile se encontró de manera frecuente luchando por objetivos que están bien lejanos a los que su historia marca. Esta situación expone a los hinchas a solo añorar aquellas campañas en las que su escudo respetaba su grandeza mientras sueñan volver a vivirlas lo más pronto posible.

El profundo decaimiento que atraviesa actualmente el Azul en el vigente Campeonato Nacional duele más de la cuenta, porque hasta no hace mucho había argumentos para creer que podían volver a ser competitivos de la mano de Mauricio Pellegrino como a principios o a medidos de la década pasada. Justamente, en relación al ciclo más exitoso de la institución, Johnny Herrera contó una anécdota que se puede comparar con lo atravesado por Arturo Vidal en el partido con la Selección Chilena: el arquero icónico de Universidad de Chile jugó lesionado de gravedad la final del torneo 2011.

“Una vez tuve una fractura de muñeca. La mitad de los médicos me decían que me operara y la otra mitad me decía que cicatrizara solo, pero justo jugábamos las finales contra Católica en el Campeonato”, relató el ahora comentarista y panelista de TNT Sports. La auto referencia venía a colación de valorar el esfuerzo que le generó al King participar del cotejo sin estar al 100%, una decisión que tendrá como consecuencia su operación en la rodilla.

Para entrar en más detalles, quien es considerado el mejor golero que tuvo el Romántico Viajero en todos los tiempos, reveló cómo se fue dando todo el proceso de la decisión. “Sampaoli me decía que jugara sí o sí, pero me dicen que tengo una fractura. No me infiltraron, pero me enyesaron prácticamente la muñeca. En este caso, pasó lo mismo con Arturo”, manifestó.

El comienzo de la era

Aquella final en la que Universidad de Chile se impuso por sobre Católica es y será recordada por siempre. Varios motivos la hacen inolvidable, principalmente la épica remontada que alcanzó el equipo de Sampaoli y Herrera después de perder el partido de ida por un contundente 2 a 0 que se intuía como lapidario.

Para poder consagrarse al Bulla no le alcanzaba con igualar el global, pues la ventaja deportiva le correspondía a los Cruzados. De esta manera, salieron decididos a encontrar la recompensa de un milagro que se cristalizó con un 4 a 1 favor que comenzó a darle el dominio absoluto. Llegaron a ser tres títulos locales consecutivos y la obtención de la Copa Sudamericana.