"Acuerdo de corto plazo": los dos nuevos fichajes que concretó Universidad Católica

Luego de una temporada donde se sufrió hasta el final para alcanzar el último cupo para disputar la Copa Sudamericana, la Universidad Católica quiere que su 2024 sea inolvidable. Por esta razón, la directiva del club se ha movido rápido en el actual mercado de fichajes y ha reforzado la plantilla con jugadores de jerarquía.

Ante este panorama, la Universidad Católica también piensa en el futuro, por lo que la Copa Futuro, certamen que disputarán los equipos desde la sub-15 hasta la proyección, se ve como una gran oportunidad para el conjunto “Cruzado” de comenzar a analizar los futuros jugadores del club.

De esta manera, las cuatro categorías (sub 15, sub 16, sub 18 y proyección) jugarán el miércoles 7 de febrero contra Barnechea en los partidos que abrirán los distintos grupos. Asimismo, el equipo juvenil más importante, que dirige Hernán Madrid, sumará a dos jugadores que provienen desde los Estados Unidos y que llegan con buenas referencias.

Los nuevos jugadores de la Universidad Católica serán Nate Weeks, un volante nacido 2004, y David Arellano, categoría 2005, que vienen desde el West Side Alliance. Así, el conjunto chileno sigue con la tendencia de sumar futbolistas jóvenes desde los Estados Unidos, tal como sucedió en el pasado con Donovan Loyola, Niko Pino, Fabián Correa y Ousman Touray.

Núñez y los jóvenes

Por otro lado, Nicolás Núñez se refirió al promedio de edad que tiene su plantilla, el cual es algo elevado: “Tenemos a tres jóvenes en el Preolímpico, los jugadores jóvenes que estaban participando con nosotros, salvo Ortíz, no habían tenido minutos en cancha. Rossel estaba lesionado y Dani González también. No es un tema de no tener jugadores jóvenes. Hemos visto alternativas que nos van a permitir sumar minutos”.

Por último, el entrenador del conjunto chileno fue tajante en su pensamiento al sostener: “Es un tema circunstancial. No hemos tenido jugadores tan determinantes como en años anteriores, pero es tarea de nosotros elevar esos rendimientos, pero sostenidos en un buen funcionamiento, para que los jóvenes tengan un contexto facilitador de sus condiciones. No es justo cargarles la responsabilidad, es un proceso”.