Un estilo de vida elevado: los detalles de la lujosa casa de Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez

Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez residen en Arabia Saudita, debido a que el futbolista de 39 años defiende los colores del Al-Nassr F. C. La pareja, que es considerada una de las más famosas del mundo, vive con un gran lujo en Medio Oriente junto con sus cinco hijos. La conexión de Georgina con las redes sociales hace que compartan muchas partes de su vida en internet para sentirse más cerca de sus seguidores. Los últimos detalles que reveló la influencer fueron parte de su millonaria morada.

Los lujos y excentricidades fueron características de Cristiano Ronaldo en gran parte de su carrera. El histórico jugador del Real Madrid amasó una increíble cantidad de dinero que invirtió en diferentes bienes, incluidas sus múltiples casas. Uno de los hogares de CR7 es su residencia en Arabia Saudita, que muestra un elegante diseño en su interior. A través de las imágenes compartidas por Georgina, se pueden distinguir los tonos neutros utilizados en el living, que crean una atmósfera de serenidad.

Otro detalle de la elegante sala de estar de Cristiano Ronaldo y Georgina Rodriguez son los arcos gigantes que dividen y definen los espacios. Sumado a eso, los muebles le dan un toque más sofisticado, especialmente el sillón curvo de lana bouclé en un sutil tono blanco roto. Finalmente, la moderna y exclusiva chimenea rectangular es uno de los puntos más altos en cuanto a diseño. Esta se encuentra empotrada en una pared de mármol retroiluminada que le da calidez a un amplio espacio.

El amor a primera vista de Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez

En su serie reality emitida por Netflix, la modelo muestra su vida cotidiana como madre, influencer, empresaria y pareja del futbolista portugués. En uno de los episodios, Georgina cuenta cómo fue su primer encuentro con Ronaldo, cuando ella trabajaba en la tienda de Gucci y él ya era jugador del Real Madrid. Según la hispanoargentina, el flechazo fue inmediato.

"Cuando estaba saliendo de la tienda apareció un hombre guapísimo de casi dos metros acompañado de un niño y de un grupo de amigos. Guapísimo. El niño me saludó muy educado y se rió. Empecé a sentir cosquillas en el estómago. Y pensé: '¿Qué me pasa?' No quería ni mirarle, tenía mucha vergüenza”, contó.