Se develó el misterio: la gran pasión de Mike Tyson cuando apenas era un niño

Cuando tan solo era un niño que soñaba con ser profesional, Mike Tyson jamás imaginó que llegaría a los lugares en los cuales se encuentra en la actualidad. Proveniente de una familia muy humilde, el americano tuvo que realizar grandes sacrificios, aunque los resultados están a la vista de todos. En las últimas horas, se develó una de las pasiones del famoso en su infancia.

De acuerdo con algunas personas que lo conocieron en sus primeros años de vida, Mike Tyson tenía una fuerte atracción por el programa infantil “Tom y Jerry”. Su agrado era tan fuerte que el ex campeón del mundo intentaba completar sus entrenamientos de la manera más rápida posible para poder lanzarse a ver sus capítulos predilectos.

Sumado a esto, en muchas ocasiones, el nacido en Fort Greene llegó a derribar hasta cinco rivales arriba del ring en menos de una hora y se dirigía con mucha velocidad hasta su casa. Al parecer, esta situación habría sido clave para que el estadounidense desarrollara de manera casi completa la fantástica pegada que demostraba en cada velada.

Al enterarse de esta fantástica novedad sobre su infancia, los fanáticos de Mike Tyson quedaron maravillados y le enviaron todo tipo de mensajes de afecto a su ídolo. El tiempo ha pasado, aunque él no se olvida de sus raíces. No caben dudas de que se siente muy conectado con sus orígenes y así lo demuestra en cada lugar al que asiste.

Los problemas económicos de Tyson

A pesar de ser considerado uno de los hombres más importantes en la historia del boxeo moderno y cosechar una fortuna sin precedentes, el estadounidense tuvo demasiados inconvenientes financieros y se vio en la necesidad de vender la mansión que tenía en Connecticut a un precio irrisorio para salir de la bancarrota.

En esta línea, 50 Cent fue el beneficiado con esta propiedad de Mike Tyson y se la compró en 4 millones de dólares. Afortunadamente, la vida le ha dado una nueva oportunidad al ex boxeador y él no piensa desaprovecharla por nada del mundo. El futuro es todo un interrogante, aunque él está dispuesto a transitarlo.