La NBA tuvo un apasionante clásico de Nueva York, donde el ganador sacó una ventaja mínima

Pocos son los clásicos que existen en la NBA, y si nos referimos directamente a equipos de una misma ciudad, solo hay dos, en Los Angeles y en Nueva York. Justamente, el de la Gran Manzana fue el que se jugó ayer por la noche y, por lo bien que vienen jugando ambos equipos, fue el más parejo, competitivo y atractivo de los últimos años.

De un lado estaban los Brooklyn Nets, con la anticipada ausencia de Kevin Durant y el aun no debut de Blake Griffin, la más reciente incorporación, pero claro, si estaban Kyrie Irving y James Harden, las otras dos estrellas que tiene el equipo, y no defraudaron a la hora de ponerse el equipo al hombro para que se mantengan como escoltas de la conferencia este de la mejor liga de básquet del mundo.

Si bien los Nets son candidatos a ganar el anillo de la NBA, del otro lado estaban unos New York Knicks que vienen jugando su mejor juego de los últimos años, y hasta de las últimas dos décadas. Con un Julius Randle aceitado, generoso e imparable; le da pelea a cualquiera, pero ayer se topó con un Irving que volvió a ser el mejor de su equipo.

Cuando decimos que el base de los Nets pasa por uno de sus mejores momentos en los últimos cuatro años, no exageramos. Ayer hizo 34 puntos y lideró a su equipo a una nueva victoria, (117 a 112) pero claro, otra vez estuvo acompañado por Harden, quien, desde que dejó Houston Rockets, aprendió a jugar en equipo y sus números así lo dicen: 21 puntos, 15 rebotes y 15 asistencias, una máquina.

Un tropezón no es caída para los Knicks, que contaron con 33 puntos y 12 rebotes de un Randle que es el alma de un equipo que pelea por meterse en los playoffs de la NBA y que, por ahora, lo tiene en el séptimo puesto y con chances de lograr la tan ansiada clasificación.

Fuente: (Motion Station).