Para el infarto: los Knicks y los Magic se definió en la última jugada de la manera menos esperada

Un verdadero partidazo se vivió ayer por la noche en La Gran Manzana, donde New York Knicks recibió la visita de Orlando Magic. Uno buscando afianzarse en la tabla, mientras que el otro quiere pelear para ver si puede ingresar a los playoffs.  

El equipo local llegaba como favorito, ya que está mejor posicionado y está teniendo una temporada realmente sorprendente, incluso superando a los Celtics en el este. Los Knicks tenían que hacerse fuerte en casa, y claro, si está Julius Randle, la historia se hace un poco menos complicada.

El alero volvió a ser determinante en los neoyorkinos y demostró, una vez más, que se encuentra en el mejor momento de su carrera. Siendo la estrella principal de los de New York, Randle convirtió 18 puntos en la jornada de ayer, pero los acompañó con 10 rebotes y 17 asistencias. Así, lideró a su equipo a una infartante victoria por 94 a 93, en un encuentro que se definió en la última jugada.

Con el marcador arriba por un punto, Reggie Bullock y Evan Fornier tuvieron que disputar la pelota con un salto. El balón quedó en poder del base de Orlando, con 22 segundos por delante y todo el tiempo del mundo para armar una jugada. Pero claro, el hombre de los Knicks se quedó con la sangre en el ojo tras perder el salto, y a falta de cinco segundos para finalizar el encuentro, le terminó robando la pelota a Fornier, para cerrar así una victoria importantísima de cara a mantenerse en la lucha por ingresar a los playoffs.

Fuente: (Motion Station).