El futuro de una de las estrellas de los Green Bay Packers sigue siendo una incógnita

Al hablar de los mejores mariscales del campo de las últimas dos décadas los nombres de Tom Brady, Payton Manning y Brett Favre son los primeros en aparecerse en la mente de los seguidores. Junto a ellos también se puede ubicar a Aaron Rodgers, que no ha salido de Green Bay Packers desde que comenzó su carrera.

En una temporada en la que varias leyendas del deporte se han alejado de los campos de juego y otros tanto eligieron seguir dejando claro por qué tienen la fama que tienen, en los Green Bay Packers de este jugador se sabe muy poco y los fanáticos se empiezan a poner nerviosos.

La situación contractual del mariscal de campo del equipo todavía no está decidida, pues los directivos de los Green Bay Packers estarían necesitando hacer espacio en el presupuesto para mantenerse por debajo del tope e incluso poder traer algún refuerzo.

Para lograr eso, ya han logrado reestructurar el contrato de Preston Smith y Adrián Amos y se sigue a la espera de Rodgers. En la última reunión Anual de la Liga, Mark Murphy, el presidente de los Packers, habló con los medios pero prefirió evitar el tema del histórico mariscal de campo.

El problema, según contó el periodista Mike Silver, es que a la hora de enfrentar una reestructuración contractual el valor podría reflejar cuanta importancia le dan los Green Bay Packers al quarterback de 37 años, que tiene contrato hasta el 2023, aunque podría irse en el 2022.

Por ahora, la situación del jugador es una gran incógnita que, por lo menos oficialmente, no parece estar cerca de resolverse, por lo que habrá de seguir de cerca a Aaron Rodgers para saber que ocurrirá con su futuro.