Sonríe Russell Wilson: Seattle Seahawks se aseguró a uno de sus mejores receptores por cuatro años

No tendrá fácil Seattle Seahawks acceder a los Playoffs en la próxima temporada. La NFC Oeste es una de las divisiones más competitivas de la NFL y todos sus rivales se han reforzado de gran manera. Los Angeles Rams con Matthew Stafford, Arizona Cardinals con J. J. Watt y A. J. Green y San Francisco 49ers tendrá nuevo quarterback y recuperará piezas claves en defensa. Es por esto que los de Pete Carroll no quisieron ser menos y concretaron un gran acuerdo. 

Seattle Seahawks llegó a un acuerdo con Tyler Lockett para extender su contrato por cuatro temporadas más. El wide receiver firmó por 69.2 millones de dólares que incluyen 37 millones garantizados. De esta forma, Russell Wilson podrá contar con uno de sus principales objetivos por un largo tiempo. 

Lockett ingresaba en el último año de su contrato firmado en 2018 y la franquicia no tenía intenciones de perderlo en la próxima agencia libre. En las últimas tres campañas, el número 16 se encuentra quinto entre wide receivers en cantidad de touchdowns (28) y quinto en yardas aéreas (3.076).

Seattle Seahawks eligió a Lockett en la tercera ronda del Draft 2015. En su carrera fue nombrado primer equipo All-Pro en su temporada rookie. Luego de superar una grave lesión en 2016, se convirtió en el receptor principal del equipo que comanda Pete Carroll. Además, junto con D. K. Metcalf compone una de las mejores duplas de receptores de la NFL.

Su promedio anual de 17.3 millones de dólares lo coloca como el décimo wide receiver mejor pago de la NFL. En la última campaña, Lockett registró 100 recepciones para 1.054 yardas y 10 anotaciones. Sin embargo, Seattle volvió a quedarse lejos del Super Bowl y cayó en la Ronda de Comodines ante los Rams. 

Luego de que Russell Wilson pusiera en duda su continuidad en Seattle, la franquicia realizó movimientos para convencer al quarterback de continuar. El objetivo de los Seahawks será repetir el primer lugar en la división y volver al Super Bowl, evento al que no acuden desde el 2015. Con la extensión de Lockett, el ataque se aseguró a una de sus armas más importantes.