No para de sorprender: Nikoloz Basilashvili reescribió su historia en la final del ATP 250 de Múnich

En marzo, Nikoloz Basilashvili sorprendió a todos al derrotar a Roger Federer en los cuartos de final de Doha, torneo que se adjudicó al mostrar un nivel de tenis digno de admiración que superó notablemente a Roberto Bautista Agut.

Ahora, hace tan solo unos minutos, ha vuelto a triunfar en la final del ATP 250 de Múnich, donde derrotó a Jan-Lennard Struff en sets seguidos y alcanzó su segundo trofeo de la temporada y el quinto de su carrera, en la que también se marcó una interesante estadística.

En sí, el partido fue parejo. El tenista georgiano se encontró con la triple oportunidad de quiebre tras una serie de errores no forzados y una doble falta del alemán -que busca su primer título en su propia casa-, que le permitieron hacerse con la ventaja en el primer game en menos de dos minutos.

Cuando el marcador iba 4-2 a favor de Nikoloz Basilashvili, la lluvia cayó del cielo de Múnich e impidió la continuidad de la final, que estuvo demorada por casi una hora hasta que el clima calmó y la cancha se encontró en condiciones de ser usada para seguir con el juego sin riesgos.

El parate no le quitó ritmo al número 35 del mundo, quien mantuvo su nivel y se llevó el primer set en 34 minutos netos, sin contar la pausa, y fue a buscar la victoria en el segundo parcial, aunque las cosas no le fueron tan sencillas.

Struff se mantuvo firme con su servicio y no dio oportunidades, mientras que el ganador de Doha salvó un break point en el sexto game y logró llevar la definición a un tie-break, en el cual dispuso de dos puntos para campeonato y se convirtió en el campeón del certamen por 6-4, 7-6 (5) tras una hora y media de partido.

Con este triunfo, Nikoloz Basilashvili se anota su quinta final consecutiva sin perder e ingresa entre los tres tenistas activos más efectivos en definiciones sobre polvo de ladrillo, con tres victorias (Hamburgo 2018 y 2019 y Múnich 2021) y tan solo una derrota en Kitzbühe 2016.