Presente y futuro: Gervonta Davis volvió a demostrar que nació para hacer historia

Gervonta Davis lo hizo de nuevo. En una actuación contundente, el oriundo de Baltimore dejó a las claras por qué es considerado como uno de los grandes nombres de la actualidad del boxeo, ya que noqueó al invicto Mario Barrios y se consagró campeón AMB superligero, su tercera división consecutiva.

Tank parece tenerlo todo. La enorme expectativa del público por verlo y la intensidad con la que se viven sus peleas alegan que no se trata de un boxeador más. El hecho de ser apadrinado por Floyd Mayweather y de demostrar que está dispuesto a todo, tampoco.

Este sábado se enfrentó con un pugilista invicto, campeón regular AMB y muy superior en tamaño. Gervonta Davis barrió con las 130 libras y fue contundente en las 135. Por eso, esta decisión de subir para ser campeón en la tercera división consecutiva sorprendió, pero generó la intriga de ver cómo podía responder ante un rival de mayor envergadura física.

El comienzo de la pelea no fue fácil para él. Barrios se mostró prolijo y muy ordenado, mantuvo bien la distancia con el jab y hasta lanzó unos buenos golpes que lo pusieron en una buena posición en ese arranque. Al mismo tiempo, el zurdo parecía entrar en ritmo de a poco.

Para el sexto round, Gervonta Davis ya comenzó a soltarse un poco más y a ganar un par de asaltos para emparejar la pelea. Además, un par de buenas combinaciones explosivas dejaron a las claras que tenía la velocidad para imponerse, pero todavía quedaba por dilucidarse si la potencia sería la suficiente en las 140 libras.

Luego de un séptimo asalto muy cerrado y con los dos en buenos momentos de lucidez, el pupilo de Floyd encendió la máquina. Gervonta demostró que lo tiene todo: se fue como un torbellino sobre su rival, lanzó combinaciones muy agresivas, lo derribó dos veces y lo lastimó. Casi termina todo ahí, pero la campana salvó a Barrios.

Su rival ya no se mostraba tan impermeable, y el hecho de poder abrir su defensa evidenció algunas falencias en su retroceso, que hasta el momento no se habían visto. A diferencia de lo esperado, Davis se tomó el noveno asalto para recuperar energías y en el diez mostró apenas algo de su poderío.

No obstante, estaba todo planeado: en el undécimo salió a quemar las naves y le puso un cierre fenomenal a la contienda. Primero conectó un terrible gancho al hígado, de esos que dejan sin aire. Y finalmente catapultó el invicto del oriundo de San Antonio con una serie de lanzamientos que fueron oportunamente parados por el juez. Así, Tank cerró un nuevo vendaval, con la cara intacta y otro cinturón en lo alto. Estiró su invicto a 25-0 con 24 nocauts y dio un paso más en un recorrido ascendente de un camino que parece no tener final.