Lejos de la jaula: el entrenamiento de Conor McGregor que lo acerca a otro deporte

El 10 de julio del año pasado, Conor McGregor sufrió una dolorosa lesión al término del primer round de la trilogía con Dustin Poirier, que puso el historial 2 a 1 a su favor debido al abandono forzado de su adversario. Como resultado de la fractura de tibia, el dos veces campeón de UFC debió ser sometido a una operación y su posterior rehabilitación, que lo dejó varios meses incluso sin poder entrenar el tren inferior.

Mientras tanto y con la posibilidad de aspirar a alguna división no conquistada, “The Notorious” se centró en fortalecer sus músculos de la parte superior, para mantenerse en forma a pesar de su inactividad. Ya ha pasado casi un año desde aquella lamentable velada en la T-Mobile Arena y Conor McGregor ya se prepara para su próximo desafío, el cual hasta ahora no se tiene ninguna información.

A la espera de que se encuentre en óptimas condiciones, la UFC no le ha impuesto un rival al luchador irlandés y el nombre que más fuerza tomó a su alrededor es el de Jake Paul, quien incluso se mostró dispuesto a subirse al octágono. Sin embargo, un video publicado a inicios de abril muestra al europeo con los guantes de boxeo en un gimnasio, lo que podría percibirse como un posible regreso al cuadrilátero.

Hay que recordar que el nacido en Dublín ya tuvo su oportunidad de triunfar en el ring en 2017, cuando se enfrentó a Floyd Mayweather por el Money Belt. Como era de esperarse en esa oportunidad, el estadounidense se llevó la victoria por nocaut técnico en el décimo round, cuando restaban dos para finalizar el pleito. Tras ese suceso, el ex campeón de artes marciales mixtas solamente volvió a ganar en una ocasión dentro de la jaula y fue contra Donald Cerrone en el UFC 246 de enero del 2020.

Fuente: (That's why MMA!)

La dieta para ganar peso y poder

A fines del 2021, Conor McGregor ya había iniciado sus primeros entrenamientos en el camino a su regreso al octágono y también aprovechó para revelar que había subido 15 kilos solamente con músculos y sin una pizca de grasa en su cuerpo. Claro que para lograr eso se requiere de una rigurosa dieta, con un entrenamiento que acompañe, y lo llamativo en ese apartado es que consume seis comidas diarias.

La clave está en el desayuno, compuesto en su mayoría por cereales, huevos y verduras salteadas, con alguna fruta o ensalada con miel como antesala al almuerzo, que también incluye vegetales acompañado por pollo y arroz. En la merienda, se destaca el batido de vainilla con mantequilla de maní y nueces, mientras que la jornada culmina con un estofado de cordero y un té orgánico antes de dormir.