BOXEO
Una leyenda indiscutida: el increíble gesto de Julio César Chávez con un fanático
Tras 17 años de marcar la diferencia, el boxeador mexicano cumplió otro sueño.
Es un hecho que Julio César Chávez marcó la historia deportiva para los mexicanos. Por lo tanto, ninguno de sus gestos pasa desapercibido, como el encuentro con uno de sus fanáticos que se viralizó en las redes sociales. Aquí te contamos de qué se trató y cómo fue el día en que el legendario boxeador pasó una jornada completa junto a un fan adolescente.
Todo ocurrió hace unas semanas, cuando Julio César Chávez pasó por un restaurante en el DF y fue interceptado por un fanático que con voz temblorosa y nervios latentes dejó a la vista la admiración por el comentarista de Box Azteca. Entre lágrimas, elogios y algunas sonrisas, el joven abrazo a Chávez y le pidió una fotografía.
Por si esto fuera poco, el encuentro quedó plasmado en un video que se hizo viral y despertó la envidia de millones de seguidores. Aunque lo más emotivo de la escena fue cuando Julio César Chávez intenta calmar los nervios de su fanático mientras caminan juntos buscando el lugar exacto para la mejor toma.
Una vez que el campeón mexicano tuvo enfrente al joven le enseñó cómo colocar su mano en lo alto para festejar la victoria del encuentro, similar a las poses que Julio adopta antes de subir al ring. Posteriormente, y con la bendición de su ídolo, el estudiante se alejó con la frase: “Estoy temblando”.
“Lo quiero mucho”
Otro de los momentos más emblemáticos para este fanático estuvo marcado por la complicidad y humildad que Chávez demostró, ya que no solo intercambiaron fotos y autógrafos, sino que el campeón mundial de boxeo también le regaló unos minutos en una emotiva plática.
Para sorpresa del ídolo pugilista, cuándo cuestionó al joven por su nombre este respondió: “Julio César”, bautizado así en su honor. Ante esto, Chávez no ocultó su alegría y respondió: “¡¿Ah sí? Tocayo, muy bien, hijo”. Finalmente, el seguidor de Don Julio le regaló un sentido: "Lo quiero mucho" y fue suficiente para mantener la felicidad de la leyenda mexicana que, tras bajarse del ring hace 17 años, sigue marcando la diferencia.
