Max Verstappen se luce en las 24 horas de Le Mans virtuales y consigue el liderato

Aprovechando las vacaciones de invierno por el cambio de temporada en la Fórmula 1, Max Verstappen se inscribió para participar en las 24 horas de Le Mans virtuales a través de un simulador que tiene en su propia casa. La competencia, que tiene las mismas reglas que en la realidad, comenzó hace pocas horas y el neerlandés no tardó en colocarse primero.

A pesar de haber clasificado cuarto en el día de ayer, por lo que largó en esa posición de la parrilla, Mad Max aprovechó las primeras curvas para colocarse como puntero de la prueba. Con el equipo Redline, Max Verstappen buscará sumar este trofeo a sus vitrinas por primera vez, compartiendo el auto número 1 de la estructura con los pilotos Jeffrey Rietveld, Luke Browning y Diogo Pinto.

A su vez, dentro de Redline pero con otro coche, también aparecen nombres conocidos en la escena del automovilismo internacional, como lo son Felipe Drugovich y Felix Rosenqvist. Justamente, ese auto salió por delante del neerlandés en la largada, ya que se había quedado con la posición número 3 en la clasificación, pero, rápidamente, fue superado por el campeón del mundo en la Fórmula 1.

Desde Argentina, además de poder seguir al oriundo de Países Bajos a través de las distintas plataformas de streaming que transmiten el evento, también podrán hacerlo con dos de sus pilotos locales. Se trata de Franco Colapinto y Agustín Canapino, flamante piloto de la IndyCar Series confirmado en los últimos días por el equipo Juncos Hollinger Racing.

La advertencia de Kelly Piquet

En la previa a la largada de las 24 horas de Le Mans virtuales, Max Verstappen brindó una breve entrevista y bromeó con la reacción de su pareja, Kelly Piquet, ante la posibilidad de colocar el simulador dentro de su alcoba. “¿El dormitorio? No creo que a mi novia le guste", dijo, entre risas, a "The Washington Post".

Posteriormente, agregó: “Sobre todo porque te quedas hasta tarde por la noche hablando con los miembros de tu equipo y, definitivamente, no creo que ella lo apreciara. Pero, aquí en Mónaco, el salón es perfecto para mí. El día de la carrera, me aseguro de que nadie interfiera. Cierro las puertas y nadie puede acercarse a menos de 10 metros de mi simulador".