Brandon Moreno vuelve a la cima y recupera el título tras vencer a Figueiredo

Sin lugar a dudas la jornada del 22 de enero quedará en la memoria de Brandon Moreno por mucho tiempo después de la noche épica y extraña que vivió. En el marco de la UFC 238 volvió a presentarse arriba de un octagonal y lo hizo bajo un clima extraordinario de UFC gracias a su público, aunque la velada tuvo su momento oscuro por el mismo motivo.

Después de casi seis meses, The Assassin Baby llegó a Río de Janeiro con el único objetivo de tener entre sus pertenencias nuevamente el título unificado de peso mosca en la UFC. Este combate fue para cumplir con la tetralogía contra Deiveson Figueiredo, la cual estaba totalmente empatada con un triunfo por lado y un empate en su primera presentación. Sin embargo, esta vez Brandon Moreno se impuso por la detención médica y el festejo se fue a su Tijuana natal.

En un combate muy cerrado y con pavor a la derrota de ambos lados de la jaula, el peleador mexicano conectó un certero zurdazo en el rostro de su adversario cuando inició el tercer episodio. Pasaron los minutos y Figueiredo cada vez estaba en peores condiciones con su ojo sumamente hinchado y visión reducida, lo que le provocó una caída involuntaria. En ese momento es cuando ingresó el médico por pedido del árbitro y decretó el final de la pelea por precaución.

Pese a que este duelo culminó antes de tiempo, Brandon Moreno era el claro ganador por lo demostrado hasta ese momento y los mismos jueces lo estaban reflejando en sus tarjetas con dos que señalaron un 29-28 y otra que lo imponía por 29-27. De todos modos no sirvió de nada estas anotaciones porque 7:37 le bastaron para sumarse al camino de los peleadores que actualmente ostentan un cinturón.

Fuente: (ufcespanol)

Repudiable

Pese a estar de visitante y con unos 19 mil brasileros en contra, el mexicano no dudó en mirarlos de frente a todos y cerrar su noche perfecto con un "Viva México, perros" cuando era entrevistado al cabo de la pelea por la transmisión oficial que sale por las bocinas de todo el recinto.

Esto aumentó el fastidio de los aficionados que no dejaron que el peleador se retire tranquilo a los vestidores y obligaron a que las personas de seguridad lo escolten. Éstos recibieron todos los objetos contundentes y escupitajos que tenían como destino la humanidad del mexicano, quien se retiró con una sonrisa en forma de burla.