Torneo para el olvido: la nueva derrota que sufrió Nicolás Jarry en Marruecos

Si bien Nicolás Jarry no partía como favorito en los números (ni siquiera era preclasificado), sí imponía respeto por su presente. Luego de alcanzar las semifinales en el ATP 500 de Río de Janeiro, y lograr ser profeta en su tierra al quedarse con el trofeo en Santiago, el chileno se llenó de expectativas para su participación en Marruecos.

La Torre, incluso, declinó la alternativa de poner su nombre en los Másters 1000 norteamericanos para seguir dándole prioridad al polvo de ladrillo donde tan bien había rendido. Sin embargo, todas las esperanzas de potenciar su momento quedaron rápidamente sepultadas cuando fue superado de manera sorpresiva por, el italiano, Andrea Vavassori en tres parciales. Una decepción que lo obliga a barajar y dar de nuevo, pero no solo en singles, sino también en dobles. Y es que horas más tarde, Nicolás Jarry también se despidió del certamen de Marrakech en esa disciplina.

En pareja con el venezolano Luis David Martínez nunca pudieron entrar en ritmo y perdieron en poco más de una hora con los austríacos Alexander Erler y Lucas Miedler por 7-5 y 6-3. Vale destacar que, a diferencia de individuales, el trasandino no contaba con el favoritismo para avanzar ya que del otro lado de la red se encontraban oponentes mucho más acostumbrados a jugar juntos. No en vano, son los terceros favoritos a quedarse con el trofeo en África.

Pese a que el marcador muestre dos parciales parejos, la realidad es que el dueto sudamericano debió remar siempre desde atrás para torcer una dinámica que resultó inevitable. La estadística marca un bajo porcentaje de puntos ganados con el segundo servicio e ineficacia a la hora de concretar las bolas de break que dispusieron. Detalles que condenaron al Príncipe a su segunda derrota en el campeonato.

A dar vuelta la página

Como siempre suele pasar en estos casos, donde se cristaliza una caída inesperada, el análisis respecto a los motivos se encuentran a la orden del día. A partir de esto es que se puede recaer en aquella decisión que tomó Nicolás Jarry de no participar de los torneos previos y llegar a Marruecos sin tanto ritmo.

Si bien no siempre resulta fácil cambiar de superficie (en Indian Wells y Miami se juega sobre pista dura), tampoco suele tener demasiada complicación la adaptación. El claro ejemplo es Cristian Garín que, de momento, logró sostener el gran nivel mostrado. Solo el protagonista sabrá si este traspié lo hace arrepentirse de su planificación.