Deportista como su hijo: conoce a Sophie Kumpen, la madre de Max Verstappen

Incluso antes de conquistar su primer campeonato en aquella impresionante definición con Lewis Hamilton en el GP de Abu Dhabi 2021, Max Verstappen ya había maravillado al mundo con algunas de sus actuaciones. Desde su victoria en el GP de España 2016, en su debut con Red Bull tras poco más de una temporada en Toro Rosso, se ha convertido en una sensación que prometía dar varias emociones al mundo del automovilismo.

Claro que el piloto neerlandés tiene con qué, ya que proviene de una familia relacionado con el ambiente automotor de ambos lados. Su padre, Jos Verstappen, había competido en F1 y fue compañero de Michael Schumacher en Benetton en 1994, pero no llegó a destacar mucho en el certamen. Quien sí tuvo mayor fama fue Sophie Kumpen, la madre de Max Verstappen que se destacó en kartings durante su juventud.

Nacida en Bélgica al igual que el bicampeón del mundo, la ex piloto también se encontró en una familia inmersa en las carreras y no tardó en iniciar su propio recorrido, en el que tuvo la dicha de ganarle el Andrea Margutti Trophy 1995 a Jarno Trulli, el uno del karting en la década del noventa. El talento de la belga era tal que se creía que podía ser capaz de competir en la F1, algo que no sucedía desde 1992, cuando Giovanna Amati disputó tres carreras con Motor Racing.

Incluso Christian Horner reconoce el potencial que tenía Kumpen al afirmar que “estaba entre los diez mejores pilotos de karting del mundo”. Sin embargo, el hecho de haber conocido a Jos y haber quedado embarazada hizo que Sophie abandone su sueño de llegar al Gran Circo y se dedique a formar al bicampeón del mundo, que ahora domina el certamen completamente con Red Bull Racing.

La carrera que lo cambió todo

El inicio del campeonato hizo creer que disfrutaríamos de una reversión de lo que fue Lewis Hamilton vs. Nico Rosberg en 2016, pero trasladado a Red Bull, donde las relaciones entre sus pilotos se rompieron durante el GP de Brasil 2022. Max Verstappen y Checo Pérez se repartían dos victorias por lado en las primeras cuatro fechas, pero el mexicano se perdió a sí mismo luego de su derrota en Miami y la distancia no ha hecho más que crecer desde entonces.

Si bien es cierto que el punto de quiebre para el tapatío fue su accidente en la Q1 de Mónaco, para el europeo las cosas cambiaron antes. En declaraciones rescatadas por “La Sexta” tras el GP de Bélgica, el vigente campeón destacó que para él todo cambió en el GP de Azerbaiyán, donde había sido derrotado por su compañero, que se ponía a seis puntos del liderato: “No gané allí, pero aprendí mucho, con la forma en que quiero mis configuraciones, a partir de ahí solo ha mejorado y mejorado”.