Preocupación para Óscar De la Hoya: el boxeador que promociona y no para de generar polémicas

Dentro de una cartelera de boxeo muy interesante que viene las próximas semanas, en la velada de esta noche se espera un gran espectáculo protagonizado por Ryan García contra Devin Haney. Con sede en Brooklyn, se podría en juego el título mundial superligero del Consejo Mundial de Boxeo y la expectativa es extrema en relación al pupilo de Óscar de la Hoya.

Nadie puede dudar de las condiciones de Ring Ryan, quien solo tuvo una solo derrota en lo que va de su carrera. Sin embargo, lo que preocupa al oriundo de Los Ángeles tiene que ver con las actitudes poco profesionales que ha mostrado el púgil en el último tiempo, las cuales pueden condicionar fuertemente su rendimiento en un combate donde no parte como el principal favorito. La última nota al respecto la dio ayer, en el pesaje oficial, donde demostró que se encuentra alterado por el contexto y dicha incertidumbre ha dado lugar a que Óscar de la Hoya se aflija.

Se estaba llevando adelante el mencionado acto —que siempre tiene trascendencia porque es cuando los participantes dan por hecho que se encuentran en forma para subirse al cuadrilátero por cumplir con los valores establecidos—, cuando el nacido en California estaba tomando una cerveza. Luego de finalizarla, se subió a la balanza y mostró que no respetaba los números pactados, por lo que deberá pagar una multa económica.

Podría haberse considerado como un hecho menor si no fuese parte de una serie de actos que viene sumando en este tiempo. Golden Boy, desde su rol actual de promotor, debe mantenerse cerca sin dejar de evidenciar que no llega con la preparación adecuada de cara a una pelea que es considerada por muchos como la más trascendente que ha tenido hasta el momento. Habrá que esperar para conocer si se puede abstraer y mostrar su mejor versión.

Óscar de la Hoya se sacó responsabilidad

Después del escandaloso pesaje que tuvo a Ryan García en el centro de la escena, parte de las miradas apuntaron a quien se encuentra detrás de la organización de la pelea. De todas maneras, Óscar de la Hoya se mostró ajeno a la situación poniendo como único culpable de esto al boxeador de 26 años.

“Ese es Ryan, él es único, él hace lo que quiere. La gente me dice ‘¿No puedes controlarlo?’ No soy su niñera, no soy su mánager, soy su promotor, hacemos eventos juntos”, dijo en declaraciones a "DAZN Boxing". Además, confirmó que su vínculo es muy difícil: “Cuando me dice algo, no sé si creerle”.