Fáciles de preparar y saludables: las mejores meriendas que no te harán subir de peso

La merienda es quizá la comida más descuidada, ya que por cuestiones de tiempo, en ocasiones no se llega a merendar o a dedicarle el cuidado que cualquiera de las cuatro comidas se merece. De hecho, es común ir a lo sencillo, a alguna infusión con unas facturas y galletitas, que a pesar de lo rico que resultan, lo cierto es que a la larga no son muy buenas para el organismo.

Pero si tienes la oportunidad de tomarte un respiro y disfrutar de una comida ligera para la tarde o, incluso, si quieres dejar algo preparado para llevar a donde vayas, aquí te traemos algunas de las cosas que puedes hacer para aprovechar al máximo tu merienda. Como lo dulce es tentador, comenzaremos por recomendar unas galletas de avena caseras, las cuales se pueden hacer en combinación con banana o manzana, ideales para transportar y no agregar azúcar a la mezcla.

Una opción similar es un buen budín de banana, que tampoco necesitará azúcar si la fruta está muy madura. Además, se puede mencionar un plato de panqueques de avena y banana, que pueden combinarse con miel o un poco de dulce de leche, si se quiere dar un gusto un día a la semana en la comodidad del hogar. Hasta ahí lo dulce, ya que ahora pasaremos a algunas comidas saladas que también pueden ser de tu agrado.

La primera es la conocidísima tostada con palta, que suele incluir huevo para aportar una mayor cantidad de nutrientes y, obviamente, se hace con pan integral. Otra receta que requiere de la palta es la arepa, comida típica de Venezuela y Colombia. Y, por último, conviene mencionar a los sanguches, sean de pavo, pollo o ternera, que también agregan nutrientes, aunque con una mayor cantidad de harinas.

La importancia de la merienda

Muchas veces, las personas saltan del almuerzo a la cena sin tener más que algunos picoteos de comidas, los cuales suelen estar terminantemente prohibidos por los nutricionistas, que optan por cumplir con las cuatro comidas del día. Y es que saltarse la merienda no solo genera la posibilidad del picoteo, sino también que se llegue con mayor hambre a la cena, lo que tiene como resultado un mayor consumo e irse a acostar con una digestión pesada que no hace bien al organismo.