No les hagas caso: la dieta que recomiendan para tus mascotas y los peligros que trae

Las mascotas son un integrante más en cada familia y, como tales, siempre queremos darles los mejores cuidados posibles. Así, vemos algunos que incluso tienen sus propias camas para mayor comodidad, juguetes para que se entretengan cuando no podemos jugar con ellos y las visitas al veterinario para que tengan sus vacunas al día. No obstante, un tema que ocasionalmente suele escapar de nuestras manos es su alimentación.

Si bien hay personas que logran darle el mejor alimento balanceado a su animalito, no todos pueden hacerlo, sea por cuestiones económicas o por descuidos al escuchar consejos ajenos que no vienen de un profesional. Así, ha tomado fuerza la idea de la dieta BARF, la cual indica que lo mejor para tu mascota es ingerir alimentos crudos en un porcentaje que va del 60 % al 80 % de toda su alimentación.

Lo cierto es que esta dieta trae muchos riesgos tanto a perros como a gatos, dado que un estudio realizado en conjunto entre la Universidad Estatal de Washington y la Universidad de Nairobi ha demostrado que los alimentos crudos vienen con bacterias que son resistentes a los antibióticos. Así, tanto bacterias como parásitos pueden hospedarse en su organismo y dañarlo poco a poco, con el extra de que pueden contagiar a los humanos de distintas maneras.

¿Es necesario cuidar a las mascotas del frío?

Las mascotas tienen una temperatura corporal superior a la del ser humano y, como consecuencia, tienen más resistencia al frío, aunque todo depende de cada animal. En el caso de los perros, la temperatura soportable para ellos variará de acuerdo con la raza, por lo que cada una tendrá diferentes necesidades para afrontar el invierno.

Según un estudio de la Universidad de Tutfs de Medford, el frío soportable para los canes depende, principalmente, del tamaño. Así, a los pequeños les vendría bien un abrigo cuando hacen 12 grados centígrados, a los medianos cuando la temperatura se sitúa entre 1 ºC y 4 ºC y, en el caso de los más grandes, recién en temperaturas bajo cero. Hay que considerar que el pelaje también cumple su rol de abrigo tanto en perros como en gatos, los cuales tienen una tolerancia mayor a las bajas temperaturas y suelen encontrar el calor cuando lo necesitan.