Con pocos ingredientes: la sabrosa cena que es fácil de preparar y lleva poco tiempo

Muchas veces, el día nos queda corto por las distintas tareas que nos toca realizar entre trabajo y las cosas de la casa. Por eso, cuando llega el momento de la cena quedan dos opciones, pedir algo o hacer algo rápido y sencillo. El problema es que cuando pedimos es altamente probable que no sea algo muy saludable, mientras que al hacerlo apurados en casa, posiblemente no sea lo más apetitoso del mundo.

Hay una receta rápida y eficaz que puede serte útil para tener la comida ideal y que tan solo requiere de pocos ingredientes. Se trata de unas buenas pechugas de pollo al limón, las cuales podrían prepararse antes de la hora de la cena, de manera tal que cuando llegue el momento de cocinar pueda hacerse en un santiamén.

Y es que una vez cortadas las porciones, hay que meterlas en una bolsa hermética con 100 ml de aceite y 100 ml de vino blanco, mezcla a la que se pueden añadir condimentos como perejil o cebollitas de verdeo, antes de mandarla a la heladera por unas dos o cuatro horas. Una vez realizado este paso, solo restará dorar las pechugas en una sartén previamente aceitada y agregar un poco de jugo de limón, para darle el toque especial y cerrar el día con una rica comida.

Una clave para no comer de más en la cena

En ocasiones, por distintas cuestiones de la vida, llegamos a la hora de la cena con un hambre voraz que nos hace ingerir más alimentos de los necesarios. Esto se explica por un factor psicológico que nos hace creer que no estaremos satisfechos hasta reventar. Sin embargo, es la sensación del estómago vacío, ya que no ha pasado por una merienda rica en nutrientes.

De ahí que la recomendación de los nutricionistas sea respetar las cuatro comidas y merendar algo por la tarde, que sirva para evitar el constante picoteo previo a la última comida. Otra alternativa si no se llegó a merendar correctamente es guardar un espacio para un postre, que puede ser desde una fruta liviana hasta un simple té.