Son comestibles: las plantas silvestres que dejan muchos frutos y dónde recolectarlas

Las plantas siempre han sido una fuente invaluable de alimento y medicina para la humanidad. Sin embargo, más allá de los cultivos convencionales, existen numerosas especies silvestres que ofrecen frutos deliciosos y nutritivos. Explorar el mundo de estos ejemplares silvestres comestibles no solo enriquece nuestra dieta, sino que también nos conecta con la naturaleza de una manera más profunda y sostenible.

Estas especies silvestres, también conocidas como hierbas, pueden ser encontradas en diversos entornos naturales. Durante el mes de junio, es especialmente propicio recolectar una variedad de plantas que se encuentran en su punto óptimo de maduración. Entre ellas, el camambú, la rosa de Jericó, y el aguaribay son solo algunos ejemplos. Conocer las partes comestibles y cómo prepararlas puede abrir un abanico de posibilidades culinarias y nutricionales.

El camambú, por ejemplo, produce frutos que pueden consumirse crudos en ensaladas o licuados, y cocidos en mermeladas y salsas. La rosa de Jericó ofrece semillas que, una vez tostadas, realzan el sabor de panificados y granolas. Mientras tanto, el aguaribay, con sus frutos y hojas, es ideal para condimentar guisos y sopas. Estos organismos vegetales no solo diversifican nuestra alimentación, sino que también aportan propiedades medicinales, como el aguaribay, que tiene propiedades antiparasitarias.

Otra planta interesante es la eugenia, cuyos frutos tienen un sabor dulce y ácido y se utilizan en ensaladas, mermeladas y bebidas. La bardana es apreciada tanto por sus raíces como por sus hojas, que se pueden incluir en ensaladas y guisos. También está el naranjo agrio, cuyas hojas y frutos son empleados en infusiones y mermeladas. Recolectar y utilizar estas plantas silvestres no solo es un acto de alimentación, sino también de conexión con la tierra y aprovechamiento de sus recursos naturales en su máxima expresión.

Más plantas comestibles

Además de las plantas mencionadas anteriormente, hay muchas más especies silvestres comestibles que se pueden recolectar en junio. El bejuco, por ejemplo, produce raíces tuberosas que son ideales para preparar chips, buñuelos, ñoquis y purés. Su sabor es similar al de la batata, pero menos dulce, y se puede usar en infusiones y licores cuando está deshidratado.

El rábano silvestre también es una excelente opción, con hojas que pueden ser usadas crudas en ensaladas o cocidas en guisos y hamburguesas. Sus flores y capullos se pueden consumir tanto crudos como cocidos, aportando un sabor similar al brócoli. Además, las raíces jóvenes son perfectas para ensaladas y sopas, mientras que las fibrosas se pueden convertir en harina o infusiones.

La ortiga es otra planta nutritiva, cuyas hojas y tallos tiernos se utilizan en ensaladas, tartas y empanadas, y tienen propiedades antianémicas. Por último, la lengua de vaca, con su sabor ácido similar al ruibarbo, es perfecta para ensaladas y rellenos de pastas, y ofrece beneficios diuréticos.