Pueden pagarte cerca de 100.000 dólares: la moneda americana que es buscada por coleccionistas

Las monedas están relacionadas con la compra-venta de productos en el mercado, pero lo cierto es que no todas son para eso. Contrariamente, muchas veces son confeccionadas simplemente para conmemorar un hecho o persona y su valor nominal es nulo. No obstante, son de las más buscadas por los coleccionistas que pagarán grandes fortunas por ellas.

Por ejemplo, Estados Unidos fue presionado por la población dedicada a la numismática al punto que debió hacer un ejemplar prácticamente a la fuerza. Fue hace más de 100 años cuando la Casa de la Moneda de EEUU tuvo que fabricar el "Dólar de la Paz" en las tiradas de 1921 y 1925. Esta moneda fue acuñada después de la Primera Guerra Mundial y justamente, como su nombre lo indica, invita a todos a reflexionar con la paz mundial para evitar los conflictos bélicos.

En el anverso del metálico se puede ver a la Diosa de la Libertad de perfil con la palabra "Liberty". A su vez, también se llega a leer una frase en inglés muy típica del país estadounidense: "En dios confiamos". Del otro lado, se puede ver un águila calva y también tiene algunas inscripciones como "Estados Unidos de América", "Un dólar" y "Paz".

Pese a todo, fueron pocas las monedas emitidas por el país norteamericano, por lo que hoy son muy pocas las que podrían llegar a aparecer entre la gente. Pero quien la tenga puede convertirse en millonario debido a que se venden en un precio que oscila entre los 70 y los 100 mil dólares. Y lo mejor es que mientras más años pasen, más valiosa se volverá por su carácter histórico.

Las características de la moneda

Lo primero que hay que decir es que fue acuñada en tres ciudades: Filadelfia, Denver y San Francisco. SIn embargo, solamente en las últimas dos tiene el sello que la identifica como local. Por otra parte, hay que afirmar que hubo varios periodos en donde se creó, pero claramente las primeras son las más buscadas.

Además, hay que hacer un trazado histórico para recordar que en 1920 el Congreso había rechazado originalmente la idea de confeccionar este numisma. Sin embargo, el secretario del tesoro Andrew Mellon fue quien aprobó el proyecto y comenzó a trabajar la Casa de la Moneda.