INTERÉS GENERAL
Para las salas de estar: el color que le puede dar un toque particular a la decoración
La decoración avanza y en esta oportunidad los expertos de los interiores coinciden en que hay un detalle que no puede faltar en ningún comedor o sala de estar.A la hora de decorar, muchas veces pensamos en que colores combinar para que todo quede de una manera armónica. Sin embargo, los especialistas resaltaron que siempre hay que tener en cuenta un detalle que generará mucha más personalidad y también hará que todos miren a ese sector.
Telas, colores, sombras y tipos de madera, esos son todos los aspectos que las personas analizan a la hora de la ornamentación. Pero hay un aspecto fundamental que pocos han advertido y que es un simple detalle repercutirá en el inconsciente de las personas a tal punto que será imposible de evitar. Se trata de agregar aunque sea algo mínimo de color rojo en dicha decoración para que funcione como imán para la vista y la atención de las personas.
Es uno de los colores con mayor fuerza y no conoce de espacios, ya que los expertos afirman que utilizarlo es positivo tanto en exteriores como en el interior. También advirtieron que puede ser algo simple como un detalle en la pared o ir a lo más osado y colocar un mueble de ese color, aunque ahí pondría en riesgo el resto de la ambientación.
La excusa perfecta que han encontrado algunas personas en los comedores o en las salas de estar, es colocar ese detalle rojo en las bases de las mesas y así no dañará nada de lo que ya estaba decorado. Sin embargo, aunque parezca que pasará desapercibido, todos aseguran que es realmente increíble la manera en que se notará ese detalle.
Cada vez más metidos en la decoración
Durante mucho tiempo pudimos ver como en algunas viviendas era común colocar diversos objetos u órganos de animales. Por ejemplo, una cabeza de todo o vaca, pero también es común ver los cuernos de estos animales. Una práctica que, afortunadamente, descendió mucho en este tiempo por la crueldad que generaba.
Para las personas que amen esta práctica, ahora va ganando terreno el uso de cabezas de animales, pero hechas íntegramente por telas o fibras naturales. De este modo, continúa la costumbre pero de una manera artesanal y que nada tenga que ver con el sacrificio animal.