A cuidarlos: la plaga que puede ser mortal en tus mascotas y como prevenirla

Las mascotas toman cada vez más centralidad en la vida de las personas. Pasaron de ser una mera compañía a una pieza fundamental de una familia o una vivienda en particular por todo lo que pueden llegar a representar en la cotidianeidad independientemente de la especie que se haya elegido tener.

Más allá de que existen cada vez más variedades de animales domésticos, el gran porcentaje se lo llevan entre los perros y los gatos a partir de la forma de ser de ellos sumado a que resulta mucho más sencillo tener acceso a la información de cómo debe cuidárselos de manera correcta. Sabido es la importancia que tiene en el can en el hecho de sacarlo cotidianamente a pasear para tener una mayor sensación de libertad, aunque también está claro que estas clases de mascotas pueden exponerse a contactos muy peligrosos como con la oruga procesionaria que puede llevarlos hasta la muerte.

Mientras que en las personas el riesgo con este bicho radica en picazón, ardor y alguna reacción alérgica, en su organismo lo mismo es muchísimo más grave. Tiene que ver con que lo que expulsa en medio de su proceso para transformarse en mariposa es un líquido que provoca que naturalmente se lama y lo ingiera. Inmediatamente puede llevar a problemas respiratorios que de desemboquen en una rápida atención especializada.

Teniendo en cuenta que las personas no pueden prohibir que sus mejores amigos sigan en contacto con la naturaleza porque puede ser contraproducente, las precauciones pasan por otro lado. Pinos, abetos y cedros son los principales hábitats donde se puede hallar esta clase de insectos dejando en claro que hay que mantenerlos lejos y, en caso de contar con alguno en el hogar, fumigarlos de manera permanente.

Los síntomas de tu mascota de los que hay que estar atentos

Una de las cuestiones más difíciles dentro del cuidado de las mascotas tiene que ver con poder identificar cuando les pasa una situación de salud grave que amerita atención. Afortunadamente, cuando se habla de los problemas de la oruga procesionaria son bastante fáciles de poder darse cuenta.

La compostura del perro rápidamente pasa a ser anormal a partir de los babeos, diarrea, falta de apetito o exceso de fatiga. Suelen presentarse en las primeras horas después del contacto por lo cual hay un margen de tiempo para que sea atendido por un veterinario que evite la gravedad del cuadro.