INTERÉS GENERAL
Yoga para principiantes: cómo empezar y sus beneficios
Infórmate acerca de esta práctica milenaria que sigue un estilo de vida.Surgido en la India, el yoga es una práctica reconocida por la combinación de ejercitaciones físicas, mentales y espirituales que tiene como objetivo mejorar las condiciones de salud de sus practicantes. Si bien su origen se dio bastante lejos de nuestras tierras, su arribo a Latinoamérica se dio hace varios años, tanto que ahora es una de las actividades más practicadas en el continente.
Esto se debe a que esta disciplina milenaria tiene diversos beneficios para el ser humano, entre los que se pueden destacar la disminución de problemas de estrés y ansiedad, el equilibrio, la flexibilidad y la coordinación. Ahora bien, hacer yoga no es algo sencillo, dado que se requiere de mucho compromiso y regularidad para comenzar a notar los cambios, motivo por el que los primeros pasos son cruciales.

De ahí que en esta oportunidad te traigamos algunas de las actividades que aparecen en toda práctica, que suelen durar entre veinte y treinta minutos por sesión. Una de las poses iniciales es el Sukhasana, que consiste en sentarse con las piernas cruzadas, colocar los brazos sobre las rodillas y mantener la espalda recta. Se trata de la postura típica para la meditación y permite desconectarse del mundo para centrarse en uno mismo.
Balasana es otra postura, la cual requiere estar sentado de rodillas sobre los talones y extender los brazos sobre la cabeza, algo que favorece la apertura de los pulmones y ayuda a la respiración. Utkatasana, por su parte, es una sentadilla leve y lenta que se usa para fortalecer los músculos de las piernas, aunque también ayuda al tren superior, dado que la cadera desciende al flexionar y los brazos se elevan para tener un estiramiento eficaz.

Yoga como estilo de vida
Además de ser una práctica, el yoga es una filosofía, un estilo de vida que va más allá de los estiramientos y posturas de ejercicios. La idea es encontrar un punto de equilibrio entre lo físico, lo mental y lo espiritual, por lo que hay una serie de principios que guían la conducta, tales como la no violencia, la verdad, la no codicia, la pureza y la autodisciplina, entre otros.
A su vez, esto es acompañado por una alimentación consciente en el sentido de elegir los alimentos que sean capaces de aportar los nutrientes que necesita el organismo. Además, se deben tener relaciones saludables basadas en la empatía y la comunicación abierta y una actitud integral y dedicada en lo profesional.