“Pensé que era una broma”: un ex Red Bull y su enojo por su despido del equipo

Red Bull siempre fue conocido como un equipo en el que los resultados son cruciales para mantenerse en la Fórmula 1. Hace unos años, tras la salida de Daniel Ricciardo, se le dio la oportunidad a Pierre Gasly de acompañar a Max Verstappen, pero no terminó de convencer y tuvo que cederle el asiento a Alex Albon a mitad de la temporada 2019. Sin embargo, el tailandés no fue tan eficaz en 2020, lo que llevó a la llegada de Checo Pérez.

Esos movimientos sirven para demostrar que la escudería austriaca no tiene mayores inconvenientes a la hora de hacer cambios, algo que también quedó demostrado este año con el despido de Nyck de Vries de AlphaTauri. Pero la filial de Red Bull también tiene su historial a la hora de deshacerse de pilotos, como sucedió en 2011 con Jaime Alguersuari y Sébastien Buemi.

Justamente, el primero de ellos fue entrevistado por el sitio oficial de la Fórmula 1 este fin de semana y allí relató cómo fue su salida de Toro Rosso. El español contó que había recibido una llamada de Franz Tost, el jefe en Faenza, quien le dio la noticia de que el equipo de Milton Keynes ya no iba a apostar por ellos dos en el futuro. Tras esto, llamó a Helmut Marko, todavía con fe en que se trataba de una broma, pero el austriaco le respondió que no había nada que hacer.

“Pensé que era una broma. Recibí una llamada telefónica de Franz Tost, que duró un minuto, y me dijo que tenía malas noticias, que Red Bull ya no apoyaba a ambos pilotos”.

Por el récord

En Japón, Red Bull celebró su segundo campeonato del mundo consecutivo y Qatar fue el escenario del tricampeonato de Max Verstappen, quien se consagró con su segundo lugar en la carrera sprint. El neerlandés, por supuesto, logró la victoria en la carrera principal, con la que alcanzó su decimocuarto triunfo en lo que va de la temporada y quedando a uno de igualar su propio récord.

El año pasado, el tricampeón logró ganar 15 carreras en toda la temporada, lo que en su momento le sirvió para superar el récord que habían establecido Michael Schumacher y Sebastian Vettel, con 13 victorias en 2004 y 2013, respectivamente. Ahora, Max podría igualar su registro en el Gran Premio de Estados Unidos el domingo y, con otras cuatro fechas por delante, también podría establecer una marca histórica en la F1.