Fiesta incompleta: Canelo Álvarez no pudo noquear a John Ryder pero celebró ante su gente

La previa vaticinaba un combate en donde Saúl Canelo Álvarez enfrentaría a un boxeador que no está en el privilegiado grupo de ser considerado un luchador de élite, pero era una buena medida para volver de una lesión. John Ryder, vapuleado por la crítica, dejó en claro qué tenía en el Estadio Akron de Guadalajara.

En su casa, el tapatío tuvo un show previo a ingresar al cuadrilátero que ponía el marco de una fiesta total en sus tierras, aunque faltaba la cereza final y eso era un nocaut. Por eso, el "Gorila de Gran Bretaña" no tenía nada que perder y todo para ganar, lo cual llegó a complicar a Canelo Álvarez.

Pero la complicación no fue porque Ryder pudiera haber asestado un golpe que podría haber cambiado la historia, fue por el hecho de que tuvo una resistencia que sorprendió incluso al local. No hubo sector permitido que el dueño de casa no haya dejado sin golpear con potencia, pero el rival tuvo el corazón de resistir y aportar ese gusto agridulce al resultado final si lo llevaba a las tarjetas.

Canelo Álvarez fue pura potencia, se lo notó incómodo por algunos choques, pero jamás perdió el dominio del combate, mientras que el "Gorila" tenía un baño de sangre sobre su rostro que permaneció así hasta el doceavo round. Si bien hubo momentos para noquear, el mismo jamás llegó.

Eso sí, las tarjetas fueron tan claras como el despliegue del tapatío, quien reconoció el gran nivel de Ryder y lo señaló en las declaraciones como alguien peligroso. Errado quizás en que alguna vez pudo haber encontrado un golpe que cambie la historia, el rey en su casa retuvo todos los cinturones de Super Medianos y dejó un show para la historia del país, aunque con una fiesta que le faltó un cierre digno de enmarcar.

“Es un gran peleador”

Con el público vitoreando su victoria, Canelo Álvarez tomó el micrófono y se dirigió a su gente después de la decisión unánime de los jueces. Rápidamente, se le consultó si no había logrado la pelea esperada, pero el local fue bastante sincero y remarcó que John Ryder le planteó las cosas tal como su equipo y él lo pensaron.

“Yo la pensaba así, sé que el rival es un gran peleador. Un peleador de mucho corazón, tenía todo para ganar. Vino con todo para ganar y nada que perder, eso lo vuelve más peligroso aún. Vine a darle un espectáculo a la gente, se lo merece y estoy muy agradecido”, sentenció el campeón antes de apuntar a la juventud y dejarle en claro que los sueños se cumplen.