¿Sirve o es estético?: la razón por la que se hace la montaña en el mate y su significado

El mate es un clásico de todos los latinoamericanos y un gran compañero de los argentinos. Si bien existe la constante discusión de su origen, lo cierto es que termina uniendo a cada uno de los sudamericanos, ya seas uruguayo, paraguayo o brasilero. Sin embargo, no en todos los territorios del continente se prepara de la misma forma y, especialmente en el Río de la Plata, la grieta nace en los que realizan el ritual de la famosa montaña en su preparación y los que optan por no hacerlo. 

Cada mate es un mundo. Existen de distintos colores, materiales y formas, con variados tipos de yerba y múltiples bombillas, y hasta se preparan de diferentes maneras. Específicamente, en la elaboración de esta tradicional infusión es donde nacen las discusiones sobre si debe hacerse la montañita. Sin embargo, no todos saben la utilidad que tiene este método y piensan que es meramente estético, para presumir en las redes sociales. 

Fuente: (La Parra de Dios)

La razón de la famosa montañita del mate tiene un lado estratégico, ya que sirve para estirar la vida útil de la yerba y no tener que cambiarla tan seguido. La formación de este montículo, con un lado libre para colocar el agua, hace que el resto de la yerba permanezca seca para poder reponerla, con ayuda de la bombilla, a medida que se va tomando el mate. Este método hace que la yerba conserve su sabor por más tiempo, por lo que se podrá alargar la ronda de mates y charlas entre amigos o familia.   

Cuál es el punto justo del agua para un mate perfecto

La elaboración de la montañita no es la única discusión a la hora de preparar el mate, sino que la temperatura del agua también es la protagonista de varias peleas sobre esta tradicional infusión. Según los expertos, el punto ideal del agua para un mate perfecto es 85 grados, ni más ni menos. En caso de que hierva, a pesar de que bajes la temperatura con un chorro de agua fría, arruinará la bebida.

De acuerdo con las declaraciones de Valeria Trapaga, la primera sommelier de mate de Argentina, “cuando el agua hierve le quitamos el oxígeno, y por ende el poder de solvencia, que es lo que permite que la yerba muestre todos sus sabores y aromas”.