Beneficios de una dieta alta en fibra y cómo incorporarla

Para mantener una dieta saludable es importante conocer los alimentos que aportan más beneficios y saciedad a nuestro organismo. Los regímenes alimentarios restrictivos no son recomendados por los expertos para la salud ni para bajar de peso, ya que el efecto rebote suele ser mucho mayor con el tiempo. Sin embargo, si aconsejan incorporar fibra en tu día a día, teniendo en cuenta los múltiples beneficios que tiene.

Una dieta alta en fibra ofrece múltiples beneficios para tu salud y no es nada complicada de incorporar a tu régimen alimentario. La fibra dietética “incluye las partes de los alimentos vegetales que el cuerpo no puede digerir o absorber” y se clasifica en soluble o insoluble. Los beneficios de consumir alimentos altos en fibra van desde la mejora del tránsito intestinal, reducción de los niveles de colesterol, ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre y hasta te reduce el riesgo de morir de enfermedades cardiovasculares y de todos los tipos de cáncer.

Las mejores opciones de alimentos altos en fibra para incorporar a tu dieta son los productos integrales, frutas, verduras, frijoles, guisantes y otras legumbres, frutos secos y semillas. Sin embargo, debes cerciorarte de que no sean alimentos procesados o frutas enlatadas, dado que su cantidad de fibra es menor. En ese sentido, puedes incorporar en tu desayuno un pan de salvado, sumar legumbres a tus preparaciones o cambiar tu harina de trigo por integral al igual que tu arroz. 

Ideal para cualquier dieta: la receta de pan apta para celíacos

La receta del pan nube se hizo viral a través de las redes sociales, ya que es muy fácil de cocinar y, lo más importante, no lleva ni un gramo de harina, ideal para cualquier dieta. Solo necesitarás tres huevos, 30 gramos de azúcar y 10 gramos de almidón de maíz o maicena. El primer paso es separar las claras de los huevos y batirlas a punto nieve para luego incorporar el azúcar de a poco. Después debes añadir el almidón de maíz e incorporar hasta que quede uniforme. 

Antes de cocinarlo debes colocar la mezcla sobre una fuente con papel manteca y moldear en forma redonda. Luego, con el horno a 150 °C, dejar que se cocine por 25 a 30 minutos. Al pasar ese tiempo, retíralo del horno, pero déjalo descansar alrededor de 10 minutos antes de consumir. Puedes comerlo como acompañamiento o relleno de la mermelada que más te guste.